Tradicionalmente, los biopolímeros – macromoléculas que se encuentran en los seres vivos – se mezclan con otros productos naturales como la natamicina para producir una capa protectora que impida el crecimiento de hongos. Y es que, como es bien sabido, el deterioro de productos – especialmente los lácteos – durante el proceso de almacenamiento, puede convertirse en un problema no solo de seguridad sino también de calidad. A modo de ejemplo, el queso fresco Kashar puede ser susceptible de ser contaminado en su superficie por Aspergillus niger, durante un proceso de almacenamiento de 30 días a una temperatura de 10°C. Para combatir el crecimiento de dicho hongo, se envuelve el queso en una película de metilcelulosa con una cantidad de pimaricina que oscila entre los 5 y los 20 mg por cada 10 gramos de queso. El resultado es una
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